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Reducción de las emisiones de NO2 en las ciudades

La reducción de la circulación de coches en las ciudades españolas y europeas durante el confinamiento debido al coronavirus muestra una realidad clara: las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) han disminuido y, con ello, la contaminación del aire.

Las medidas restrictivas y de confinamiento impuestas en España por el estado de alarma decretado el 14 de marzo por el Gobierno han generado un descenso medio del 55% en las emisiones de NO2 (dióxido de nitrógeno) en las 15 ciudades más pobladas de nuestro país. En Fundación Aquae analizamos en esta infografía la calidad del aire de estas urbes y de otras capitales europeas entre mediados de marzo y mediados de abril, a partir de los datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

Al comienzo de la crisis sanitaria se ofrecieron diferentes imágenes satélites que mostraban cielos más limpios. Primero sobre China, primer país afectado por el coronavirus COVID-19. Después, según se fueron instaurando las medidas de cuarentena, en el resto de las ciudades, principalmente en Europa.

La Organización Mundial de la Salud establece en 40 microgramos por metro cúbico de concentración de NO2 (ug/m3) como valor límite en la concentración en el aire de este gas de efecto invernadero, altamente contaminante y muy grave para la salud humana.

Las ciudades más pobladas de España, así como las principales ciudades europeas, han mostrado durante las primeras cuatro semanas de confinamiento unos niveles por debajo de los establecidos por la OMS.

Las principales capitales europeas también han presentado un claro descenso de contaminación del aire por NO2 en comparación a las mismas fechas en 2019. Así, París tiene un -45%, Londres un -23%, Berlín un -14% y Bruselas un -44%. Junto con las otras capitales de Europa, el promedio de estas se encuentra alrededor de un -40%.

Desde la Agencia Europea del Medio Ambiente se lleva a cabo un monitoreo de las emisiones de NO2 en las grandes urbes europeas con cifras semanales que dejan un claro mensaje: la reducción del uso de vehículos es sumamente efectiva para el descenso de las emisiones de NO2 y para tener un aire más limpio.

Un riesgo para la salud

Las emisiones de NO2 son un grave riesgo para la salud, sobre todo en las ciudades. El NO2 es un gas tóxico que impulsa la creación de ácidos. Es el principal contaminante entre los diversos óxidos de nitrógeno, y su origen se puede encontrar en la naturaleza, como en la actividad volcánica, en la quema de maderas y biomasa o en los incendios forestales.

Pero la producción natural de NO2 es menor a la que realiza el ser humano, sobre todo a través de la quema de combustibles fósiles, las emisiones de las fábricas y centrales térmicas, y los escapes de los vehículos a motor.

Los coches generan óxido de nitrógeno (NO) que, al alcanzar la atmósfera, capturan oxígeno y se convierte en NO2. Debido a su interacción con la luz ultravioleta de los rayos solares se convierte en uno de los causantes del O3, el ozono troposférico, un poderoso oxidante con consecuencias negativas para el ecosistema. Por ejemplo, provoca la lluvia ácida.

Emisiones de NO2 en viviendas

El NO2 que se produce en el exterior puede introducirse en los edificios y en las casas a través de las ventanas, contaminando sus interiores y afectando a la salud de las personas. De hecho, se calcula que la presencia de NO2 en espacios de interior aumenta en verano, cuando hay una mayor tendencia a tener las ventanas abiertas para ventilar.

Pero las emisiones de NO2 en viviendas también se pueden producir a través del humo del cigarrillo, de las cocinas a gas y de calentadores y estufas cuyos sistemas de combustión no estén correctamente aislados.

Coches con menos emisiones de NO2

Cuando se habla emisiones de CO2 vs las de NO2 se debe tener en cuenta que las primeras suelen medirse a nivel más general, mientras que las segundas lo hacen a nivel local. El CO2 es un gas de efecto invernadero que no es perjudicial por sí mismo, pero sí cuando excede su presencia en la atmósfera.

En ambos casos, sus emisiones se pueden producir por la combustión de los vehículos, pero hay también diferencias en cuanto a la fuente. Los coches con menos emisiones de NO2 son los de gasolina y los eléctricos e híbridos; en cambio, los diéseles producen una gran cantidad de este gas. Con la desaparición en muchas ciudades de este tipo de vehículos, también se ha reducido la emisión de NO2, pero ha incrementado el de CO2.

 

Recuerda que estas infografías son de uso libre.

Citanos como fuente al reproducir esta infografía (www.fundacionaquae.org) y, sobre todo, ¡difunde el mensaje!