¿Qué es la educación STEM y qué diferencia tiene con STEAM?

En el ámbito educativo y profesional, los términos STEM y STEAM son cada vez más utilizados para referirse a enfoques pedagógicos que fomentan habilidades clave para el siglo XXI. 

Para entender las diferencias entre STEM y STEAM, correspondería primero explicar qué significa STEM. Es un acrónimo que engloba Ciencia (Science), Tecnología (Technology), Ingeniería (Engineering) y Matemáticas (Mathematics), es decir STEM por las siglas en inglés de estas cuatro disciplinas. 

Como ampliación del concepto STEM, surgió posteriormente el de STEAM. Esta sigla incorpora un componente adicional: el Arte (Arts), reconociendo la importancia de la creatividad y el diseño en el desarrollo de soluciones innovadoras. 

¿Qué significa la A de STEAM?

La «A» de STEAM no se refiere estrictamente a disciplinas artísticas tradicionales como la pintura o la música, sino que abarca el diseño, la narración, la expresión visual y otras formas de inventiva y de creatividad aplicadas

La integración del ‘Arte’ en STEM, entendida esa palabra en un sentido amplio de fomento de la creación innovadora, permite abordar los desafíos desde una perspectiva más global, fomentando la imaginación, la expresión personal y la mezcla de disciplinas. 

En ese sentido, STEAM no enfatiza sólo el aprendizaje técnico, sino que también valora el empleo del pensamiento disruptivo y la creatividad para añadir valor a las tareas. Por ejemplo, dar sentido y utilidad a largas series de datos. 

El valor de la A de STEAM

La diferencia entre STEM y STEAM  no es solo un cambio de letras, sino de enfoque educativo. Numerosos organismos internacionales coinciden en que las competencias STEM son esenciales para los empleos del futuro, pero también advierten que no basta con formar especialistas técnicos

La inclusión de las Artes introduce dimensiones creativas, críticas y humanísticas que permiten al alumnado y a las futuras personas trabajadoras conectar el conocimiento científico con el contexto

Este enfoque híbrido facilita entender no sólo cómo funcionan las cosas, sino también por qué importan y cómo afectan a las personas y al planeta.

La “A” de STEAM fomenta el pensamiento divergente y la resolución creativa de problemas. En un contexto marcado por la automatización, la digitalización y los datos, las empresas y centros de investigación valoran cada vez más perfiles capaces de integrar creatividad y tecnología

Añadir la creatividad personal de las Artes en la educación STEM también aumenta la motivación y el compromiso del alumnado, aseguran numerosas fuentes. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), los programas STEAM logran un 30% más de retención de estudiantes que los currículos puramente STEM, porque conectan el aprendizaje con experiencias personales, narrativas y proyectos creativos.

Desde el pasado clásico hasta el siglo XXI

El debate entre STEM y STEAM nos recuerda algo que ya se intuyó en la antigüedad clásica y el Renacimiento:  la ciencia y la técnica florecen cuando dialogan con el arte y las humanidades, como demostraron las grandes personalidades del conocimiento de esas épocas que navegaban fácilmente entre disciplinas.  

La modernidad y el avance industrial llevaron a la ciencia y la técnica a la especialización extrema, un fenómeno denominado como pigeon hole o hueco de paloma en inglés, que define un tipo de mega-especialización en un campo concreto de saber. 

Este enfoque ha permitido profundizar en áreas concretas, pero ha restado visión de conjunto, afirman numerosas fuentes. Hoy, frente a los retos globales, se está defendiendo sumar la A de Artes a las otras cuatro letras de las siglas STEM.

Desde luego, no se pide que cada individuo sea, a la vez, ingeniero y artista plástico. Lo que se propone, es fomentar la multidisciplinariedad y la inteligencia colectiva. Equipos complejos de personas diversas capaces de afrontar retos y ofrecer soluciones desde diversas formas de pensamiento creativo. 

Encuentro de escolares del programa Aquae STEM de Murcia con la astronauta Sara García Alonso. | FOTO: Hidrogea

Falta de vocaciones

Pese al creciente interés del mercado por contratar perfiles STEM y STEAM, son numerosos los estudios que alertan de la falta de formación   de las jóvenes generaciones en estos ámbitos.

A la falta de suficientes vocaciones STEM hay que añadir un elemento más, que es la brecha de género en el acceso a estos estudios y trabajos: en todo el mundo hay una tasa especialmente baja de mujeres en las carreras vinculadas a las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

Paliar esta brecha de género es esencial para incorporar el talento femenino y construir una sociedad más próspera y con más igualdad.

En ese sentido, en España, se creó en 2021 la Alianza STEAM por el Talento Femenino, impulsada por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. La Fundación Aquae es parte de ella, pues no en vano impulsa desde 2019 un programa destinado a promover las vocaciones científicas y tecnológicas entre alumnas de Primaria.

El programa Aquae STEM ha cumplido ya seis años de recorrido. Es una iniciativa de fomento de las vocaciones STEM que tiene la A de STEAM como parte fundamental de su propuesta. 

La importancia de las STEM

Numerosos organismos internacionales señalan que la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas son conocimientos de plena necesidad en nuestro tiempo. 

El World Economic Forum (WEF) resalta en su informe The Future of Jobs, publicado en 2025, que entre las profesiones con más demanda del momento actual están las relacionadas con las STEM, en ámbitos como la telecomunicación y la informática, las tecnologías verdes y la transición ecológica. 

También coincide en este análisis la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que lleva tiempo señalando la necesidad de potenciar la formación en campos cada vez más demandados

En ese sentido, la Unión Europea ha puesto en marcha en 2025 un ambicioso programa de fomento de las vocaciones en áreas STEM