Día Internacional de la Biodiversidad 2023: es tiempo de reconstrucción
La biodiversidad es un fenómeno único en el Universo que conocemos, que confiere singularidad a la Tierra y sienta las bases para nuestra propia existencia. Tratar de preservar la biodiversidad, frenar su deterioro actual y restaurarla es el objetivo de esta efeméride y el motivo de su lema internacional para 2023: Build back biodiversity, algo así como recuperar la biodiversidad.
El lema de este Día Internacional de la Biodiversidad es una llamada a la acción para fomentar la restauración de los ecosistemas degradados en todo el mundo. Este año, la celebración adquiere aún más relevancia, ya que afrontamos desafíos urgentes en la conservación de la vida en la Tierra y, por primera vez, se cuenta con un acuerdo internacional para trabajar en esa tarea. Precisamente, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) finalizó en Montreal (Canadá) el 19 de diciembre de 2022 con un acuerdo histórico para orientar las acciones mundiales en favor de la naturaleza de aquí a 2030.
La biodiversidad tiene una importancia destacada en la Agenda 2030 de la ONU. Entre los objetivos de desarrollo sostenible se encuentra el ODS15 Vida de ecosistemas terrestres, que pide “velar por la conservación, el restablecimiento y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua dulce”. Además, el ODS14, Vida submarina, también promueve el cuidado de la biodiversidad en los océanos.
Pero, ¿qué es la biodiversidad? Solemos entender de forma intuitiva que este término, acuñado apenas hace unas tres décadas, se refiere a la vida en la Tierra, es decir, la variedad de plantas, animales y microorganismos que pueblan nuestro mundo. Sin embargo, en términos científicos, apela a algo más concreto: la variedad de vida en todas sus formas y niveles de organización. O dicho de otro modo: ecosistemas, especies y genes. Es decir, tres capas que van de lo complejo a lo más sencillo: variedad de ecosistemas o conjunto de interacciones entre seres vivos y su entorno; diversidad de especies en esos lugares o hábitats; y, por último, variación genética entre individuos de la misma especie.
Nuestro planeta tiene multitud de ecosistemas, especies y riqueza genética. Esta diversidad es crucial para el funcionamiento equilibrado de nuestro entorno, para la provisión de servicios ecosistémicos y para el bienestar humano. Se trata de una enorme riqueza decantada tras 3.500 millones de años de evolución y de diversificación biológica. Y este legado se está viendo amenazado en nuestros días por la acción humana, que ha provocado en apenas unos siglos la pérdida de un enorme patrimonio heredado de un pasado de cientos de millones de años.
Todo ello ocurre a una velocidad que no tiene comparación en el registro fósil de la vida en la Tierra. Los científicos estiman que la tasa actual de extinción de especies es entre 100 y 1.000 veces más alta que la llamada extinción de fondo, es decir la tasa natural de extinciones que ha tenido el planeta en toda su historia. Y con cada especie, espacio o gen que perdemos nos privamos también de la información acumulada en ellos, que resultaría útil para nosotros y para la propia sostenibilidad y resiliencia de este sistema complejo del que formamos parte.
Las causas de la extinción de especies que está padeciendo el planeta en nuestros días se deben en gran parte a la acción humana. En 2004, el eminente catedrático de Harvard Edward O. Wilson acuñó el término en inglés HIPPO para resumir los cinco jinetes del apocalipsis biológico que vivimos en nuestro tiempo.
Los motores de esta pérdida de biodiversidad son los siguientes por su nombre en inglés: H de pérdida de hábitat o Habitat Loss; I de especies invasoras o Invasive Species; P de polución o Pollution, lo que incluye el cambio climático; P de superpoblación humana o Human Population; y O de recolección y caza excesiva u Overharvesting.
El Día Mundial de la Biodiversidad de 2023 nos brinda una oportunidad para reflexionar sobre el estado de la biodiversidad en nuestro planeta y tomar medidas para protegerla y promover la sostenibilidad. Y aboga no solo por protegerla, sino por restaurarla. Un paso decisivo, pues no se trataría ya de estar a la defensiva frente al deterioro, sino de dar un paso adelante y recuperar y mejorar terrenos deteriorados.
Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia, ya sea a través de pequeñas acciones en nuestra vida diaria o participando en proyectos más amplios de restauración de ecosistemas. Es hora de unirse y trabajar juntos para proteger y restaurar la vida en la Tierra, dice la ONU.