Curiosidades para aprender más y maravillarse del ajolote
El ajolote, o Ambystoma mexicanum por su nombre científico, es una especie de anfibio, de la familia de las salamandras, cuyas asombrosas cualidades han sorprendido a los observadores desde hace siglos.
El ajolote mexicano mide entre 15 y 30 centímetros y se encuentra principalmente en los sistemas de agua dulce de la cuenca del Valle de México, incluyendo los lagos Xochimilco y Chalco, así como algunos canales y cuerpos de agua cercanos a la Ciudad de México. Su hábitat natural es de agua dulce, donde se desarrolla principalmente en ambientes acuáticos.
En tiempo reciente se ha convertido en objeto de estudio científico, dadas sus características únicas que incluyen la capacidad de mantenerse joven o regenerar sus tejidos cuando sufre un daño. Un rasgo que alienta a los investigadores a estudiar la particular biología de este animal para encontrar aplicaciones médicas.
1: Sus dotes regenerativas
Un aspecto asombroso del ajolote es su capacidad de regeneración. Si un ajolote sufre una lesión, puede regenerar no solo la piel y el tejido muscular, sino también huesos, órganos e incluso partes del sistema nervioso. Esta capacidad ha atraído la atención de la comunidad científica, que estudia al ajolote en busca de pistas sobre cómo aplicar esta asombrosa habilidad a la medicina regenerativa en seres humanos.
También pueden aceptar fácilmente trasplantes de otros individuos, incluidos ojos y partes del cerebro, restaurando estos órganos externos a su funcionalidad completa. En algunos casos, se sabe que los ajolotes, aparte de regenerar una extremidad dañada, pueden generar una adicional.
2: La neotenia, una cualidad única
Una de las características más intrigantes del ajolote es su capacidad para la neotenia, un proceso por el cual conserva durante toda su existencia rasgos propios de sus primeras fases de desarrollo. A diferencia de otros anfibios, que pasan por una metamorfosis para convertirse en adultos, el ajolote mantiene branquias externas y su capacidad para regenerar tejidos durante toda su vida. Este fenómeno lo convierte en un verdadero «Peter Pan» del mundo animal.
3: Pulmones en desuso
A pesar de ser anfibios, los ajolotes rara vez utilizan sus pulmones. Los anfibios comunes tienen un sistema complejo de respiración bien conocido. Nacen en el agua por lo que, en esta primera etapa de su vida, respiran por branquias, como los peces. Cuando realizan la metamorfosis y pasan a ser adultos, las branquias desaparecen y, en su lugar, desarrollan pulmones, pero muy pequeños, motivo por el cual los anfibios comunes complementan la respiración pulmonar con un segundo mecanismo, a través de la piel, que suple esta carencia.
Sin embargo, el ajolote no emplea los pulmones y la piel, como sus congéneres, sino que obtiene el oxígeno a través de branquias que se encuentran detrás de su cabeza. Este es un rasgo inusual y propio de la fase infantil de los anfibios, que el ajolote mantiene durante toda su vida y le permite una gran adaptación al medio.
4: Su albinismo, producto de un gen recesivo
Los ajolotes salvajes son normalmente de color marrón con matices de verde oliva y manchas doradas. Sin embargo, debido a la escasez de su población y el empobrecimiento genético, tienen tendencia a expresar genes que provocan otras pigmentaciones, como rosa pálido o incluso blanco, que produce ejemplares de de aspecto pálido y translúcido. Este rasgo de albinismo se debe a un gen recesivo que inhibe la producción de melanina, el pigmento responsable del color en la piel.
Puesto que el ajolote se ha convertido desde hace tiempo en una especie muy apreciada por los criadores de mascotas, en el mercado proliferan ejemplares mutantes que son totalmente blancos o rosados y con ojos rosados
5: Estatus mitológico y cultural
El ajolote ha sido venerado a lo largo de la historia mexicana. Los aztecas creían que era la encarnación del dios Xolotl, el gemelo malvado de Quetzalcóatl. Esta creencia mitológica otorgó al ajolote un estatus divino, lo que lo convirtió en un animal sagrado. Los aztecas incluso consideraban que el ajolote tenía propiedades afrodisíacas y curativas.
El aprecio por este animal ha llegado hasta nuestros días. Por ejemplo, algunas ediciones de los billetes de 50 pesos mexicanos incluyen su imagen como elemento característico del país.
¿Por qué el ajolote mexicano está en peligro de extinción?
A pesar de sus cualidades únicas y su importancia cultural en México, el ajolote mexicano se enfrenta a la amenaza de la extinción. Varias razones contribuyen a su estado crítico:
- Pérdida de hábitat: La degradación de los hábitats acuáticos y la contaminación del agua son dos de las principales amenazas para el ajolote. La urbanización y la agricultura han alterado significativamente los ecosistemas donde vive esta especie.
- Introducción de especies invasoras: La introducción de especies invasoras, como peces y ranas, ha llevado a la competencia por recursos y la depredación de ajolotes, reduciendo aún más sus poblaciones.
- Tráfico ilegal de mascotas: A pesar de que su comercio está regulado en México, el ajolote sigue siendo buscado como mascota. Esto ejerce presión sobre las poblaciones silvestres.
- Enfermedades: El ajolote es susceptible a enfermedades fúngicas que han diezmado poblaciones enteras en los últimos años.
La combinación de estos factores ha llevado al ajolote mexicano al borde de la extinción. Sin embargo, se están llevando a cabo esfuerzos de conservación sobre el terreno y también con la cría de ajolotes en cautividad para su reintroducción posterior que ofrecen algo de esperanza.
El ajolote es un tesoro biológico y cultural que merece la pena conservar y que tiene además un gran valor científico ya que su estudio puede arrojar luz sobre la regeneración de tejidos y la resistencia a enfermedades,