Microrrelatos

Zugzwang

Carlsen se movió entre la maraña de cables y parpadeó,
clavando la vista en la consola.

—¿Cómo es posible? —Conducía,
desde la Tierra hasta Centauro, un cargamento de cápsulas con dos millones de seres
humanos en hibernación. Había recibido un tratamiento de longevidad para mantenerse
vivo durante el viaje—. ¿No te parece obsceno que las nuevas naves
hiperlumínicas hagan en pocas horas un viaje que a nosotros nos ha llevado más
de un siglo?

—Es el progreso tecnológico
—respondió la consola.