Katie Bouman o cómo captar un agujero negro

El 10 de abril de 2019 se vio por primera vez un agujero negro. Un hito científico que presentaron a modo internacional un grupo de científicos del consorcio internacional Event Horizon Telescope (EHT). Pero dentro de ellos, la joven investigadora Katie Bouman se volvió viral por su participación en el descubrimiento.

Katherine Louise Bouman (1990), natural de Indiana, es profesora de ciencias de la computación en el Instituto de California de Tecnología. Estudió ingeniería en la Universidad de Michigan donde se graduó cum laude. En el Instituto de Tecnología de Massachusetts logró tanto su máster en ingeniera eléctrica como, después, se doctorado con el trabajo “Estimating Material Properties of Fabric through the observation of Motion”, gracias al cual fue galardonada con el Premio Ernst Guillemin. Se unió a la Universidad de Harvard como becaria postdoctoral en el equipo Event Horizon Telescope Imaging. En el año 2017 impartió una charla TED titulada “Como tomar una fotografía de un agujero negro” que, tras la fotografía del agujero negro, se puede considerar como un documento que quedará para el futuro. En ella, Bouman reveló que en los próximos años sería posible que aquello que soñaron Albert Einstein y Stephen Hawking se hiciese realidad. Y lo ha conseguido.

Ya en 2016 encontró un método para obtener las imágenes de estos fenómenos de la galaxia. Para ello, unió las medidas astronómicas de telescopios de todo el mundo mediante un algoritmo al que llamó CHIRP (Continuos High-resolution Image Reconstruction), gracias al cual, un equipo de más de doscientos astrónomos a nivel internacional, pudieron capturar las primeras imágenes directas de un agujero negro. Gracias a su algoritmo, junto con el de otros, se crearon tres líneas de código con guion para reconstruir la imagen.

La imagen obtenida es una verdadera hazaña que requirió de ocho observatorios en cuatro continentes: 8 radiotelescopios situados en la Antártida, Chile, España, Estaods Unidos y México que formaron una cámara virtual del tamaño de la Tierra y que presentaban una resolución angular no conocida hasta la fecha. Si bien la imagen no posee gran nitidez, Bouman ya había avisado que no sería fácil conseguirla en esa escala. La solución que encontraron Bouman y su equipo fue el dar al algoritmo imágenes simuladas de lo que sería un agujero negro a partir de las ecuaciones de Einstein, añadiendo imágenes reales de otros objetos espaciales que habían sido tomadas por otros telescopios y otras tomadas en la Tierra por cámaras digitales o móviles. Un conjunto de imágenes de las que el algoritmo sería capaz de obtener información de los radiotelescopios para deducir la imagen más probable de un agujero negro.

El agujero negro que gracias al algoritmo de Bouman se ha podido fotografiar, se encuentra en M87 (Messier 87), una galaxia que está en Virgo, un grupo de galaxias que se encuentra a 55 millones de años luz de nuestro planeta.

A pesar de la virilidad de su imagen en redes sociales, Bouman no quiso atribuirse el logro y declaró que “el algoritmo de alguien o una sola persona no creó esta imagen, requirió el increíble talento de un equipo de científicos de todo el mundo y años de arduo trabajo para desarrollar el instrumento, el procesamiento de datos, los métodos de imágenes y las técnicas de análisis que eran necesarias para lograr esta hazaña imposible. Ha sido un verdadero honor, y tengo mucha suerte de haber tenido la oportunidad de trabajar con todos ustedes«.

Actualizado: 11/04/2020