Tendencias tecnológicas en la educación STEM

STEM es el acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Es un área que continúa creciendo, aunque no lo suficiente a pesar de la demanda en el ámbito laboral. Por eso, se buscan caminos innovadores para potenciar las vocaciones en esas materias.

Según avanza la tecnología y se abren nuevas posibilidades para la enseñanza y la educación, se hace esencial aplicarla a la educación STEM. Al incluirla en las clases se proporciona oportunidades de cara a las nuevas generaciones y se pueden potenciar las vocaciones en ciencia y tecnología tanto en niños como en niñas.

La popularidad de las materias STEM ha crecido, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Han surgido otras variantes, como STEAM, cuando se añade las Artes; o ST2REAM, cuando se incluye la “T2” por la instrucción temática, la “R” por la lectura –reading– y la “A” por las Artes. En cualquier caso, los objetivos siguen siendo los mismos: que los estudiantes desarrollen un amplio pensamiento crítico, que tengan herramientas para la resolución de problemas, que aporten creatividad a sus ideas y la reciban durante la enseñanza. Que innoven, investiguen y colaboren entre ellos.

A continuación, algunas tendencias tecnológicas que están transformando la educación STEM, aunque son aplicables a cualquier otro campo educacional.

Los asistentes virtuales (chatbots). Son una interfaz conversacional de voz o texto que tiene una gran diversidad de usos y que pueden ser aplicados a la educación, de cara a proporcionar rápidamente información a los estudiantes. Además, sirven para que se familiaricen con el uso de herramientas electrónicas desde lo pedagógico.
Blockchain. Se trata de una nueva forma de estructura de datos que agrupa la información en bloques y la puede distribuir entre varios participantes. Así, muchos usuarios tienen acceso a la misma información, pueden compartirla y guardarla sin modificarla, asegurando la autoría.
Espacios de estudio inteligentes. Se trata de digitalizar objetos físicos a través de Internet de las cosas (IoT) para ofrecer nuevas formas de trabajar, reservar recursos, coordinar servicios de las instalaciones y compartir información para colaborar. Se busca aumentar la eficiencia y efectividad entre los alumnos y los docentes.
Inteligencia artificial. La aplicación de la inteligencia artificial en la educación en general y en la educación STEM en particular no está muy explorada ni extendida por el momento, pero se puede usar para el aprendizaje de idiomas, los bot de asistencia de información y el machine learning (aprendizaje automático). Y permite a los alumnos realizar análisis de datos de manera efectiva y rápida, llevar a cabo tareas repetitivas que ahonden en las materias y experimentar el aprendizaje colaborativo.
Espacios de educaciones inmersivos. Son ecosistemas de estudio basado en un sistema colaborativo cuyo principal medio es la realidad virtual, aumentada y mixta.
Realidad virtual colaborativa. Profesores y alumnos se encuentran en un espacio virtual diseñado para la clase donde se lleva a cabo la interacción, colaboración y el aprendizaje activo, proporcionando experiencias de aprendizaje en contenidos de aplicación real.