Microrrelatos
Tu nacimiento
Tu primer movimiento fue como un aleteo, te prendiste a mí como la luz a su fuente.
Nadabas en la amorosa balsa que te envolvía cobijándote mientras el mundo iba y venía.
Y una música anunció el final: tu principio, tu bienvenida. El ancestral grito que te indicó en camino y el cálido abrazo de la deseada vida.
Nada fuerte y libre mi niña, porque nada habría sin ti.
Que en tu parto fuiste agua, tu nacimiento fue paz.