Recopilación Microrrelatos 2018
pero cuando nos juntamos millones formamos mares y océanos. Soy una gota de agua, si dejas que me seque tú también lo harás conmigo.
- Es un grupo de células que se reproducen de forma desordenada y crece sin control poniendo en peligro la vida del organismo del que forma parte.
- Si hemos secado mares enteros, causamos la extinción diaria de ciento cincuenta especies, estamos modificando el clima, nuestra basura alcanza desde el fondo de los océanos hasta la cumbre del Everest y la población humana evoluciona a ritmo exponencial, entonces ¿qué somos para nuestro planeta?
- No esperarás que conteste a esta pregunta.
- ¡No! – gritó mientras se lanzaba a mirar de nuevo por los oculares.
En un instante vio cómo la muestra se empapaba, al entrar el líquido por capilaridad, y cómo, instantáneamente, la célula tumoral moría.
- ¿Qué contenía aquella lágrima para producir ese efecto, doctor?- preguntó un periodista, meses después, en la rueda de prensa.
- El deseo infinito de salvar vidas.- respondió él.
—Qué tonto he sido —le dijo con el hilo de voz que le quedaba—. Toda la vida estudiando las fuerzas del universo, y ahora descubro la que me faltaba…
—Te dieron el Nobel de Física el año pasado, cariño... ¿Qué más fuerzas vas a descubrir que muevan el universo?
—La que sostiene mi mano cada día…
El Alcalde tranquilizó a todos explicando que, si fuese necesario, se traería más basura orgánica de otras ciudades vecinas. «Utilizando camiones eléctricos, por su puesto», matizó el burgomaestre verde.
Por la noche un adolescente post-grunge escribió un grafiti que decía: “Nuestro Meta-No contamina”.
No sé qué ocurrió ni cuánto tiempo pasó, pero me desperté flotando en una nube que el viento arrastraba, congelada y tiritando de frío junto a otras como yo.
Cuando un trueno abrió el cielo, caímos aleteando mientras envolvíamos a la ciudad de blanca Navidad.
El gerente les dio la bienvenida en siete idiomas diferentes. Su misión de diplomacia turística y ecológica había empezado.
—Prefiero que actúe la naturaleza, tu quieres ser la última y pasar a la historia.
—Pasaré a la historia igual porque soy más grande y con más brillo que tu.
Súbitamente una suave ráfaga de viento tiró a la segunda, estaba madura . Debajo del árbol se oyó la voz de Isaac.
—¡Ay! Ha sido atraida por la Tierra, esta manzana pasará a la historia. La cogió y le dio un mordisco, mirándola pensó que esa imagen también pasaría a la historia, pero a otra historia que no viene al caso.
¡Imagínense! decía el nieto: Para mi generación el horizonte del abuelo no se aprecia en la gran urbe, sino en lugares alejados de ella, donde aún la ecología en armonía con el agua, flora y fauna se mantiene bajo sostenibilidad, y que la modernidad en el otro lado eliminó, haciendo de la inspiración de vida, un horizonte.
Nunca supe su nombre, pero sentía que lo sabía.
Nunca supe quién era, pero lo conocí mejor que a nadie.
Apenas supo de mi existencia, pero para mí, no hay nadie que haya existido más que él.
Sentía que éramos dos gotas de agua.
Lo que no sabía es que las corrientes marinas nos separarían para siempre, apartándonos del otro en la inmensidad del océano, destinados a nunca volver a encontrarnos.
Cuánto deseé que fuéramos las únicas gotas que se evaporaran para encontrarnos en el cielo y verlo una vez más.
—Pero si ni siquiera sabe nadar, lleva media vida en esa camilla...
—Alina, relájate —interrumpió el joven que había tras ella—. Necesita tu apoyo. Debería estar correteando por ahí, no paralizado en una cama. Es su única opción, esto no es vida. Además, ¿has visto su sonrisa esta mañana? No le veía sonreír desde... Ni siquiera lo recuerdo.
- "Después de esto habrá, espero, gentes que encontrarán provechoso descifrar todo este lío".
Lacró la extensa carta. Las alondras piaban anunciando el nuevo día. El duelo estaba presto, la cita irrevocable.
- "Évariste!"- tocaron a la puerta.
Recogió sus cosas. Dio instrucciones. Salió.
Sobre la palmatoria yacían informes el sebo y el humo de la vela.
No contento con ello, repitió la operación en los planetas vecinos, una y otra vez, hasta que no hubo más con lo experimentar que si mismo, pero la materia estéril y seca es la muerte de toda simiente y esta no fue una excepción.
Estos nuevos seres fueron tomando posiciones de poder dentro de la sociedad, relegando a los “naturales”, es decir, a aquellas personas imperfectas que no habían incorporado ninguna tecnología a sus cuerpos.
La población de “naturales” empezó a declinar, hasta el punto de que el Consejo de Vida Inferior los declaró especie en peligro, tomando medidas para evitar su total extinción.
Primero intentamos analizar lo que podíamos ver: animales, plantas y al humano; alguien se dedicó a estudiar las enfermedades, descubriendo a los microorganismos y nos preguntamos qué hacían.
Luego, a otra persona se le ocurrió mirar al cielo y estudiarlo, entonces nos cuestionamos la existencia de vida fuera de nuestro planeta.
Cada vez que conocemos la respuesta a algo surgen un millón de preguntas más, eso es ciencia.
—Yo me muero sin ti —pronosticó el enamorado, pero encontró a otra.
—Yo me muero de miedo —afirmó el cobarde, pero al atreverse solo pasaron cosas buenas.
—Yo me muero de sed —clamó el sediento. Y como no encontró agua se murió de verdad.
Mamá siempre nos dijo que jamás jugásemos a eso en invierno. Pero, nunca imaginé que el globo lleno de agua que deje caer sobre la cabeza a mi hermana, desde la ventana, se congelaría tan rápido.
El problema yacía en la propia escasez de la materia prima. Los humanos eran consumidos como granos de arena en un reloj, mientras que el ciclo de utilidad de los robots se asemejaba a la cantidad de estrellas en el firmamento.
-¿Que hace falta para abrirla?.
-Aún no sabemos siquiera lo que es, y en poco tiempo se seca totalmente el último acuífero.
Me responde el jefe de investigaciones.
-En teoría, nos debería llevar a otros planetas; se supone que, por aquí entraron los últimos visitantes, y también la utilizaron para salir.
Cuesta trabajo creer, los numerosos errores cometidos por la humanidad, para llegar a esta agobiante situación.
Muy pronto tendremos la oportunidad de ser iguales, bien en el desastre o en la emigración masiva.
Pero lo comprenderían Oh, sí. Pronto, todos sus colegas lo harían. Las branquias mecánicas ya estaban listas, así como el tridente nuclear.
—Señor, hemos recibido el paquete.
—¡Maldita sea, Sebastián, te he dicho mil veces que me llames Ariel!
—Discúlpeme.
—Ayúdame a subir la cremallera de la cola, y acércame el paquete... Espera, ¿¡Amarillo!? ¡Las valvas del top debían ser azules! ¿Es que vivo rodeado de simios?
La sed y el terror del acechante fin de la humanidad corrompieron a la Dra. Mary. Aquella era la noche; se encontraba analizando el gen que permite al tardígrado sobrevivir sin agua. Desde el 2020, año crítico del vital líquido, Mary se planteó modificar humanos agregándoles ésta característica. Los alaridos de desesperación de la habitación adyacente la desconcentraban ligeramente, pero su perturbación mental era tan fuerte, que su existencia se valía de su éxito científico.
00:00h.
La Dra. entró a la habitación y mientras manipulaba una palanca conectada a los individuos, los gritos incrementaban. El experimento final había iniciado.
Después del final de este mundo, de entre las aguas, emergen letales antepasados microscópicos. Éstos avanzan amenazante y sigilosamente hacia la civilización, acabando con todo rastro de vida a su paso.
Únicamente 28 días después, las enfermedades y la muerte han llegado a la humanidad; no existe salvación. Sólo queda asumir el fin del paraíso gélido, con el interminable óbito humano.
Era como si su esencia se encontrase subyugada por el frio abrazo del indiferente y gélido hielo, que aislaba al umbral entre la vida y el limbo de los sueños rotos de los aullidos guturales de las bestias malogradas por los delirios de grandeza del autoproclamado "rey de la tundra", helada e inhóspita, a la que los pobladores de antaño solían llamar “hogar”.
Luego fuimos llevados a una gran galería semejante a un establo; y ahí, humanos y seres diversos, tal vez de otros planetas, atados y cubiertos con un traje que nos cubría todo el cuerpo, eramos succionados constantemente y nuestro sudor, nuestras lágrimas y nuestros fluidos pasaban a grandes contenedores, por conductos transparentes.
Nunca me imaginé ser una especie de vaca galáctica que alimentara, con sus líquidos, a otros habitantes del universo.
entre tu seno y coseno.
Tangente caricia en el foco de tu elipse:
allá donde se cruzan los caminos paralelos;
en el doble de cuatro… tumbado.
Límites tendiendo a cero coma y punto.
Derivadas integradas en ti…
“hipotemusa”.
Ecuación diofántica es descifrarte:
entera eres, mas no un número.
Conjetura de Collatz:
después de un tiempo,
todas mis cuentas llegan a ti:
la unidad, el uni(verso).
Enigma que no sé resolver.
Enredado en ti, solo soy pequeño Midas
descubriendo la piedra filosofal.
Porque si es contigo,
hay ciencias que convierten en letras
todo lo que tocan”.
Solo me faltaba encontrar una rosa a la que cuidar; pues ya fui un monstruo.
Eres tú mi rosa, Tierra.-
No dejaré que caigan tus últimos pétalos,
no podrás marchitarte;
no si estoy yo a tu lado.
Y lo estoy.
Hoy decido transformar mi alma en rosa, y no en príncipe,
para entender así tu sufrimiento; sin egoísmo.
¿Alguien que me salve de esta maldición?
Sé Bella.- Salvemos a Bestia.
Recordar en qué estaba trabajando era más complejo que desentrañar la inducción, y sólo la ayuda de mi esposa Sarah conseguía centrarme.
¡Nunca le podré estar lo suficientemente agradecido! Ella alargó el sueño y el sino de mi vida, me mantuvo en LA CIENCIA.
By Michael Faraday
Despertó desorientado, apenas recordaba nada de su vida anterior. Comió algo y salió de su bunker esperando un mundo menos hostil.
Había árboles majestuosos, vegetación por todas partes, un aire tan cargado de oxígeno que era apenas respirable. Súbitamente un ruido infernal como de pisadas y allí aparecieron, él no recordaba sus nombres, pero eran triceratops corriendo delante de un gran tiranosaurio.
Volvió a su bunker.
Tan solo tenía siete aminoácidos: glicina, arginina, alanina, cisteína, isoleucina, alanina y serina. La misma secuencia producida en masa sin razón aparente.
En un instante de inspiración, se me ocurrió escribirla en el código de una letra de los aminoácidos:
G (Glicina)
R (aRginina)
A (Alanina)
C (Cisteína)
I (Isoleucina)
A (Alanina)
S (Serina)
Supongo que a las bacterias les gustó el nuevo medio.
que hemos compartido 4,5 miles de millones de años.
Hoy nos despedimos.
Soy consciente de mi culpa y de tu daño.
Ahora lloro en desesperación por la ruptura.
Es incluso tarde para recuperarlo,
pues se extingue mi amor y mi raza.
Me voy de tu lado.
Mi egoísmo ha cesado, sí;
pero, todavía, en este año,
no he encontrado la manera de volver atrás,
y cambiarlo.
Fdo: Esperanza.
2 de julio 2092
—Sí claro, toda una vida. ¿Campaña fin de año?
—¡No! Je, je. Fin del mundo por supuesto.
—Genial, ¿en qué consiste?
—El lema de este siglo es “UN PEZ POR UN PLÁSTICO”.
—Estupendo. Ahora me pilla con prisa, tengo que emitir grandes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Esta tarde sin falta… ¿Dónde podría depositar mis plásticos para matar a los peces?
—En cualquiera de nuestros puntos de recogida con la etiqueta “Océano”.
—¡Oh! En los vertederos oficiales. Perfecto.
—Muchas gracias. ¡Buena muerte!
—Buena muerte.
-11001111101
Día 49.
-Otro día sin poder moverme, no sé quien soy ni porque estoy así. Ellos me miran pero tampoco se quienes son.
Día 65.
-Continúan mirándome y hablando pero no puedo escucharles ni hablarles... ¿Por qué no me muevo?
Día 124.
-Necesito ayuda!!.
Día 188.
-Hoy me han puesto unos cables y algo, no sé el motivo. Continúan allí mirándome.
Día 220.
-Por fin les he escuchado. Soy una Inteligencia Artificial. He aprendido que es la consciencia, sé que soy, cuál es mi misión... y puedo hablar.
Día 221
-Hola, llamadme Nicolás, ¿Qué queréis de mi?
Cierro los ojos. "Start", pienso, y se enciende el interior de mis párpados. Eso es todo, como era de esperar; al fin y al cabo, un programa de mensajería basado en el pensamiento no sirve de mucho con un único usuario. En el futuro-
"¿Hola?"
La inesperada palabra resuena al ritmo de mi pulso agitado.
"¿Quién eres?", continúa.
"¿Yo? ¡Soy el creador de este programa!"
Silencio.
Segundos después, responde:
"Yo... Yo también."
Tu falda escocesa me sube el ‘McNesio’ en sangre. Tienes sal en los ojos y si me miras, me curas. Mina de ‘Fe’ sos, y tu dureza de Mohs me desespera, pero me da O2 ‘Hidrogenio’ soy, cuando frotas mi lámpara y lluevo, hasta que el ‘Helio’ de tus ojos me calienta.
Hay química…
pero cuando acaba la clase, vuelvo a mi prosaica física. A la literatura de la gravedad cayendo en la cama con techos de cielos añorando tus galaxias.
Algún día, entre tu química y mi física, habrá un ‘Big Bang’… sin tiempo”.
Año 1 después de la sequía (d.s.), el agua artificial salva la tierra.
Se anuncia en Marte la repoblación del futuro planeta azul.
El sol nos vuelve a sonreír, dándonos energías para fluir hacia nuestro destino, atravesando bosques, cuevas y praderas. Finalmente, nos reencontramos con el mar.
Satisfecha con mi aventura, me deleito en la felicidad de estar de vuelta en casa.