Recopilación Microrrelatos 2018
Luego fuimos llevados a una gran galería semejante a un establo; y ahí, humanos y seres diversos, tal vez de otros planetas, atados y cubiertos con un traje que nos cubría todo el cuerpo, eramos succionados constantemente y nuestro sudor, nuestras lágrimas y nuestros fluidos pasaban a grandes contenedores, por conductos transparentes.
Nunca me imaginé ser una especie de vaca galáctica que alimentara, con sus líquidos, a otros habitantes del universo.