Microrrelatos

Sequía final

El embalse, artificial pero con una
sensibilidad atractiva. El pantano, natural, místico y seductor. Un amor formado
con la unión de ambos mediante un arroyo desde el que se enviaban mensajes de pasión.
Su amor, dos gotas de agua, pero debido a las sequías su vínculo fue muriendo.
Aunque su arroyo esté seco, sus ganas de reencontrarse todavía perduran. Se
miran, esperando que un aguacero les devuelva un arroyo lleno de notas acumuladas
y vuelvan a ser los amantes que habían sido tiempo atrás.