Microrrelatos

Progreso candente

Y ella, mientras, allí, corroída por la codicia que cegó a la humanidad.

¡Oh querida tierra mía, mira lo que te han hecho esos
bastardos! Hay un humo que no me deja ver el sol con claridad. Amanecer, eres lo único que queda en este eclipse naturaleza-humanidad, un cielo anaranjado, como resto de lo último que nos queda de ese mundo que
dejamos atrás.

Con la tierra, compartimos un camino; era nuestro hogar; y gracias a ella, hoy nos encontramos a años luz, de lo que fue la fragua de la humanidad.