Microrrelatos

Llamadme Desesperanza

El iceberg A68 se ha
desprendido de la Antártida.

Navega solo, a la deriva. Según
sus propias declaraciones, ha sido el cambio climático el que le ha obligado a
tomar esta decisión. Asegura no tener miedo, pero le da algo de pena el nombre
que han decidido ponerle: A68. Os puede parecer un romántico, pero él quería
algo con más fuerza, algo que helase el corazón de los que se cruzasen en su
camino.

Llamadme Desesperanza.

Dijo, antes de continuar
flotando en un mundo que parece no querer verlo.