Microrrelatos

La hora

La despertó su hijo y no le hizo ninguna gracia. Su día había sido agotador y no quería levantarse.

Intentó volver a dormirse, pero la necesidad de su hijo no se lo permitió.

Su malestar aumentó y como estaba sola, decidió coger un taxi; al fin y al cabo, era su madre.

La interconexión cerebral con su hijo, PN, implantada desde el día 18, le había enviado un mensaje claro:
“era el momento de nacer».