Microrrelatos

Hereje

Año 3017. La sociedad se ha vuelto fría. La gente no quiere abrazos, evita el contacto físico, prefiere el mundo
virtual. Los robots ocupan nuestros sitios de trabajo. Ya no necesitamos pensar: lo hacen por nosotros.

Guardadme el secreto:
Conservo un cuadro de Munch. No lo digáis, pero a veces tengo sentimientos y me
siento comprendido por el arte. No obstante, los robots no son capaces de crear
belleza similar. No digáis que les he encontrado un defecto, me convertiría en
un hereje.