Microrrelatos

Fue un árbol

Él creía que en otra vida había llegado a este mundo como
árbol. Lo sabía porque desde siempre amaba pararse frente al Sol y cada parte
de su cuerpo lo buscaba con un frenesí que rozaba la locura. Se quedaba recibiendo
sus rayos, que lo acariciaban con amor de madre. Lo mismo sentía con las gotas
de lluvia. Todo era vida para él.

Junto a su tumba creció un gran Ceibo. “Erythrina
crista-galli, árbol nacional” rezaba la placa. Así es como siempre debió
llamarse el hombre que allí descansaba.