Microrrelatos

Cuaderno de bitácora

En el extremo opuesto de la Galaxia, un hombrecillo azul ajustaba en
su monitor la señal que recibía de nuestro planeta. Con sus tentáculos anotaba todos
los detalles en un cuaderno. Después de estudiar meticulosamente a los
habitantes de la Tierra durante cinco años, tenía información suficiente para
establecer la primera toma de contacto. Su trabajo había terminado. Tras revisar
sus anotaciones cerró el cuaderno, lo metió en el cubo de la basura y apretó el
botón desintegrador. Enfocó el telescopio hacia un nuevo punto y comenzó a buscar
un planeta con vida más inteligente.