Microrrelatos

Ciclos

Desperté sin ánimos al escuchar los chillidos. Era otra Juajurria incrustada en la cerca. La décima tercera que tendría que liberar en la semana. Su proceso migratorio había iniciado con las lluvias del sur. Nadie les avisa del fervor y los brillos que les depara las inundaciones sureñas, o quizá sí, la inclemente sed de estos lares. Me pongo los guantes. Trato de mantener mis ojos lejos de sus puñales. Le tomo con rigor y extraigo su cuerpo del entrampamiento. Apenas sigue un árido revoloteo.