Microrrelatos

¡Ahí viene, ahí viene!

La tenue mota en el cielo de a poco se iba definiendo.

Con el terror de la profecía cumplida, el artefacto mutilaba la esperanza del pueblo que llevaba varios meses bajo amenaza y ahora escudriñaba por los recovecos más seguros. Cientos de objetos idénticos se sumaban para localizar hasta la última persona.

La histeria duró poco y un eco sordo se dispersó tan rápido como la radiación.

Extracción satisfactoria, tragedia evitada, se leía en los titulares.