Microrrelatos

¿Acaso esto es una cueva?

Sarah se aventuró al bosque, por el camino de unos árboles mágicos
que cantaban una lengua oculta, atravesó el camino que ningún humano cruzo
antes. Llego al precipicio.— ¿Cómo el de nuestras vidas? —Cuestionó. Notó  una especie de
escalones que sobresalían de la pendiente. Bajó por ellos, consiguió llegar a una abertura en la pared,
¿pasadizo? No había
luz dentro, iluminó con su esperanza, y se perdió en los pasillos de un mundo abstracto de saber, pero: ¿realmente sabemos?