Microrrelatos
3.14159265359
Mi obsesión por PI me hacía tener sueños de colores a la hora PI, cada
madrugada. En el último, un encuentro con una chica de zapatos rosa, tan pequeña
como un quark, provocó la implosión del universo. Al día siguiente fui a la
biblioteca (a la hora PI) y allí estaba. Según se decía era la mejor alumna de
Higgs (el padre del bosón), siguiéndole la pista a los hadrones. Súbitamente el
caos atómico me convirtió en leptón. Nueve meses después, a la hora PI,
nacieron trillizos…y fracción.
madrugada. En el último, un encuentro con una chica de zapatos rosa, tan pequeña
como un quark, provocó la implosión del universo. Al día siguiente fui a la
biblioteca (a la hora PI) y allí estaba. Según se decía era la mejor alumna de
Higgs (el padre del bosón), siguiéndole la pista a los hadrones. Súbitamente el
caos atómico me convirtió en leptón. Nueve meses después, a la hora PI,
nacieron trillizos…y fracción.