Muerte en el desierto

El inspector Kynes, tras escuchar el dictamen del forense, se apartó confundido del cadáver del geólogo planetario. Se plantó frente a las ventanas de vidrio armado que aislaban el centro avanzado de exploración y observó absorto el paisaje. Al otro lado una postal yerma y desolada, las badlands marcianas, restos de torrenteras que murieron milenios atrás y cárcavas fósiles que evidenciaban la muerte geológica y biológica del planeta.
Pero las evidencias se tornaban hipótesis y hacían que la extraña muerte del investigador tomara una dimensión histórica. El diagnóstico forense era claro: muerte por encharcamiento de agua pura en los pulmones.