Microrrelatos

Y lloré, lloré ceniza

Ví caudalosos ríos, mares y lagos de aguas transparentes  alimentando cataratas y el Arco Iris. 

Balconadas en valles y montañas, ahítos de esponjosa materia verde.  

Sentí extasiadas sensaciones por lo construido por el ser humano.

Luego inmensas zonas cubiertas de rocío púrpura. De acá para allá, niños y mayores con sus extremidades o partes determinadas de su cuerpo desgajadas…. señalando el lugar donde los sabios colocaron la flor, que pintó el mundo sin vida ahogándolo en  la más profunda y cruda ambición. 

En ese instante, mi congoja no tenía fin y lloré, lloré ceniza.