Microrrelatos

SIGLO XXXI

Aquel lejano siglo XXIII sería recordado como el del mini-generador energético implantado en el estómago para que el ser humano no tuviese que comer nunca jamás. También como el de los grandes éxitos de la neurocirugía, que consiguió erradicar la necesidad de dormir con una sencilla operación quirúrgica, y que también inventó los chips de campos de información cerebrales. Con una pieza de escasos micrómetros implantada, ya éramos capaces, por ejemplo, de pilotar un avión. Más tarde vendría el embarazo extra-uterino y al fin, a finales del XXIV, la vacuna de la ansiada vida eterna para el hombre.