Microrrelatos

Sentado en una habitación

Sentado en una habitación del palacio de la Inquisición, miraba pensativo a través de la ventana. La luz del sol se filtraba radiante. ¿Cómo era posible negar lo innegable? Sus experimentos habían ofendido a un gran sector y ahora todo le salpicaba violentamente. Mañana sería conminado a confesar su culpa. ¿Pero qué culpa? ¿Acaso era responsable de que el planeta que sus pies pisaban girara alrededor de aquel astro brillante? Sintiendo el peso de los años sobre su gastado cuerpo, la promesa de una tortura le resultó insoportable. Mañana confesaría. Y sin embargo, la tierra seguiría moviéndose.