Microrrelatos

La manzana de Newton

Sólo en la alquimia ciencia y mística se reúnen. Cuando Sir Isaac Newton expuso su teoría de la caída de los cuerpos, fue tomado como el ilustre meridiano de la razón. Sin embargo, su lenguaje era una metáfora de la caída metafísica. El científico eminente había descubierto la gravedad tras muchas noches en vela frente  a su  secreto laboratorio alquímico. En la búsqueda del principio vital, tuvo que retroceder aterrado al reconocer  que era el pecado (también simbolizado por una manzana) lo que nos mantenía atados a la tierra, impidiéndonos ascender, livianos, hacia el cielo.