Cuando mi corazón cubierto de carbono
fue rescatado por tu mirada azul cobalto,
sentí que se deshacía el hierro de la mía;
una bala de plata atravesaba mi alma.
Litio a mis venas, me oxigenaron tus besos,
ahora sólo luces de neón…
SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER