Microrrelatos

Vinculados

Cada
humano recibe un traje al nacer, una segunda piel que se lava y repara así
misma.

A
la par que crecemos también lo hace esta nuestro compañero de vida.

Nos
protege y advierte cuando algo es potencialmente dañino.

Nos da acceso a telefonía e Internet.

Nos
indica la mejor opción alimenticia.

Nos
establece horarios con exactitud precisa.

Gracias a él me siento
perpetuo, excepto hoy que me indica veintitrés horas, cincuenta y nueve
minutos, cincuenta y nueve segundos para su expiración.