Microrrelatos

El defensor de los cromados

Aquel
brillante cardiólogo había creado por primera vez corazones para robots. Dichos
órganos estaban hechos de material sintético y ADN de humanos. Ahora las máquinas
de acero experimentarían emociones. Ante la lluvia de halagos, el galeno agregó:
“Sencillamente fui empático”…Sin
razón aparente, cayó al suelo. Alguien desabotonó su camisa, tratando de auxiliarle.
En medio del pecho, un cruce de cables provocaba un corto circuito. Inmóvil, esbozó
una sonrisa de profunda satisfacción.