Microrrelatos

La criatura

Y la criatura se miró en el agua. El reflejo, una vez que dejó de ondear en el estanque, le devolvió una imagen hermosa y amable, porque así era su corazón. Ese mismo que días antes estaba encerrado en un laboratorio, como tantas partes de su cuerpo, rodeado de matraces, retortas y tubos de ensayo. Hasta que un rayo liberador le insufló la vida llenándolo de amor por todo lo que le rodeaba.
En su bondad no entendía que las personas con las que se encontraba (exceptuando al doctor Frankenstein), huyeran como si hubieran visto al diablo.