Microrrelatos

Vórtice

El helicóptero se movía con los pensamientos de Jon.  El pequeño artefacto se había convertido en un auténtico servidor de los caprichos del chaval. Tan solo intercalar la acción de las hélices de avance y retroceso tenía muchas aplicaciones: podía picar hielo y así ser el alma de la fiesta; trasladar objetos pequeños e incluso incorporándole una cámara al artilugio podía «informarse” de ciertos asuntos remotos. Aunque, ciertamente, emplear en exceso esta fuente aparentemente ilimitada sin ningún tipo de regulación tuvo sus consecuencias. Un día pensó demasiado y las aspas crearon un vórtice que se tragó el mundo… Su mundo.