Microrrelatos

Mi invento iba a ser un bombazo

Mi invento iba a ser un bombazo. Por fin después de tantos esfuerzos me iba a llenar los bolsillos de dinero ¡y para toda la vida!, la patente me protegería y a vivir que son dos días… Ya me estaba imaginando la lluvia de felicitaciones, tanta gente me miraría con envidia, pero me daba igual, yo había luchado y había ganado, me lo merecía.  ¿Quien no se sentiría orgulloso de tener una hija como yo? En seguida tuve la respuesta grabada a fuego en mi mente: mis padres. Se me hizo un nudo en el estomago. Lo sabia perfectamente. Mi invento contribuiría de alguna forma a destruir la dignidad de muchas personas, de forma sutil pero lo haría.  ¿Que precio ponía yo a esa dignidad? Ninguno. Sentí la mirada de tristeza de mis padres y de tanta gente buena si ese invento salía a la luz. De golpe supe lo que tenía que hacer, rompí todo rastro, toda señal de lo que había inventado y me sentí liberada y entonces si que vi la luz. Me levante por la mañana renovada y empece a trabajar en un nuevo proyecto, pondría todas mis capacidades, mi ciencia, mi esfuerzo en algo que mereciera la pena, y me sentí llena de ímpetu y de alegría, y vi la sonrisa orgullosa de mis padres contándole a todos lo que su hija había inventado.