Microrrelatos

Manos

Peleó mucho para conseguir sus manos biónicas, tras sufrir la amputación.
Ahora, es el mejor barman del mundo, mezcla como los ángeles.


Cinco dedos,
en cada mano,
danzan por la bata hasta abrochar el último botón.
Dos vueltas,
la mano abre la puerta y golpea el interruptor.
Pinzando el bote de laca de plata,
para suavemente trazar una fina capa de metal conductor.
La mano torpe, temblorosa,
ajusta la muestra sobre los motores piezoeléctricos,
mientras la otra fija su posición con un diminuto destornillador.
El día sucede entre infinitos giros en tornillos micrométricos,
martilleos de teclas y bailes de ratón.
Hasta que, entrada la noche,
el chorro de agua relaja las manos de rastros de plata
y algún pensamiento sin aparente solución.