Microrrelatos

La fuente del Pagasarri.

Es sábado. Ya ha amanecido y llueve copiosamente. Las gotas de agua haciendo carreras por el vidrío de la ventana delatan que la excursión a la fuente del Pagasarri será especial. Ya escucho a mi padre sacando las katiuskas y los chubasqueros mientras el olor de la tortilla inunda mi habitación.
Nos ponemos en camino a paso ligero inclinando la cabeza para que las finas gotas de lluvia no nos den en la cara. Comienza la subida. Mi padre me mira sonriendo sabiendo lo duro que será para mí llegar a la fuente.
La lluvia no cesa. Cada vez es más fría e intensa. Seguimos subiendo.
Por fin! Ya estamos arriba. Estoy exhausto. Qué vistas! Qué silencio! Estamos empapados. Ya escucho el chorro de agua de la fuente. Me inclino y doy el primer sorbo. Sabe a hierro y al momento siento un dolor intenso en los dientes.
Exhalo, me giro hacia mi padre y le pregunto, ¿cuándo volvemos?.