Microrrelatos

La aventurera

Nació a la semana del vertido,
con una aleta de más. Gracias a su mutación aprendió a nadar en todos los
estilos y se atrevió a iniciar la travesía aprovechando la crecida del río. Los
marineros la vieron nadar a la altura del faro, saltando las olas del mar como
una barracuda enloquecida. Entre los bancos de arena hallaron a la extraña trucha
envuelta en un abrazo de algas marinas. Al abrir su cuerpecillo apareció una
perla de nácar. Era el océano concentrado en el deseo de una aventurera