Microrrelatos

Invisibilidad

Laia me explicó que su padre había diseñado
las dos peceras teniendo en cuenta la ley de Snell, a fin de calcular la
superficie de separación entre dos medios, aire y agua, con un índice de
refracción distinto. Aunque no entendí nada, la aplicación práctica me demostró
que al moverse la luz transversalmente al atravesar el agua del primer tanque,
se creaba una zona oculta entre este y el segundo tanque, de tal manera que mi
perseguidor podía mirar a través de mí sin verme. Y yo aguantar la risa
mientras presenciaba su desesperación al comprobar que me había tragado la
tierra. O el mar.