Historias del cambio

Una oportunidad equitativa para vencer a la Covid-19

Cuando se vacuna a un individuo, no solo se le protege a él, también al resto de ciudadanos. En plena lucha contra la pandemia mundial de la Covid-19 ha surgido COVAX, una iniciativa que pretende garantizar el acceso equitativo a las vacunas en todos los países del mundo en línea con el cumplimiento del ODS 3. En esta historia del cambio te contamos en qué consiste y por qué se plantea como una oportunidad para vencer al virus.

Con la vista puesta en la agenda 2030, los Estados Miembros de Naciones Unidas aprobaron una serie de objetivos sostenibles. El ODS 3 dice: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”.

La esperanza de vida al nacer es el promedio de años que vive una determinada población, nacida en el mismo año, y ésta ha aumentado drásticamente, logrando que las tasas de mortalidad infantil, materna o por malaria disminuyan, que se avance en la lucha contra el VIH o incluso contra el cáncer.

De hecho, en 2017, alrededor de 22 millones de personas habían recibido terapia retroviral para combatir el VIH, pero la otra cara es que, sin embargo, 15 millones continuaban esperando tratamiento.

Las desigualdades sociales, económicas o incluso culturales dificultan que la salud y el bienestar alcancen a todos por igual, tanto entre diferentes países, como incluso dentro de ellos. Cada 2 segundos, una persona de entre 30 y 70 años de edad muere prematuramente a causa de enfermedades no transmisibles (enfermedad cardiovascular o respiratoria crónica, diabetes o cáncer) y además, al menos 400 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud básicos.

Las vacunas y la iniciativa COVAX

Junto a la potabilización del agua, las vacunas son una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido a la humanidad, por el significativo número de vidas que ha salvado.

Una vacuna es un producto biológico compuesto por microorganismos muertos (inactivados), atenuados o partes de ellos, que se administra para prevenir enfermedades infecciosas en las personas susceptibles de padecerlas. Estos compuestos recrean la enfermedad sin producir la infección, engañando al sistema inmunológico y así estimulándolo para que desarrolle defensas o anticuerpos, que actuarán en el momento en que se contacte con el microorganismo que produce la infección y la enfermedad, destruyéndolo.

Si dejásemos de vacunar, afecciones ya erradicadas podrían volver a aparecer

Cuando se vacuna a un individuo, no solo se le protege a él, sino a la colectividad de ciudadanos, ya que algunas enfermedades infecciosas son de fácil transmisión, graves o incluso mortales. Gracias a la inoculación de este medicamento, muchas enfermedades han desaparecido o su incidencia es muy baja y controlada. No obstante, si dejásemos de vacunar, estas afecciones controladas, algunas incluso ya erradicadas, como la viruela, volverían a aparecer.

A raíz de la pandemia de COVID-19 que ha sacudido al planeta, hemos podido comprobar la necesidad de la existencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo internacional que se encarga de velar por la calidad, el nivel, la distribución y la equidad para alcanzar la eficiencia de la salud pública mundial.

Sus 194 Estados Miembros se rigen por el “Reglamento Sanitario Internacional y los Comités de Emergencia”. Su objetivo principal es prevenir la propagación de enfermedades a través de las fronteras, y combatir las consecuencias para la salud mundial si se da este hecho.

Pero el escenario al que nos enfrentamos ante este virus desconocido y novedoso ha generado una carrera a contrarreloj para desarrollar una vacuna que, hasta que todos los países tengan acceso a ella, no se podrá controlar. Con su logro, además de reducir el número de contagios y de muertes, también se evitará que la economía mundial pierda 375.000 millones de dólares cada mes, cifra que ha estimado la propia OMS.

Covax es una iniciativa basada en una alianza entre países ricos y pobres para garantizar el acceso universal a las vacunas

A raíz de esta necesidad, surgió la iniciativa COVAX. Lanzada en abril del 2020 por la OMS, la Comisión Europea, GAVI, CEPI, UNICEF y un conjunto de organismos internacionales, consiste en una colaboración que reúne a gobiernos, organizaciones mundiales de salud, fabricantes, científicos, sector privado, sociedad civil y filantropía, con el objetivo de apoyar la investigación, el desarrollo y la venta de la vacuna contra la covid-19 y negociar su precio. Una especie de alianza entre países ricos y pobres.

Incluye a más de dos tercios de países del mundo. Y propone el acceso equitativo mundial a 2.000 millones de dosis de la vacuna para finales de 2021, cantidad suficiente para proteger a los trabajadores de la salud y a las personas que corren un mayor riesgo en cualquier lugar del mundo, independientemente de su riqueza.

Es decir, con este acuerdo se espera alcanzar al 20% de la población de los países que se inscribieron, entregando 337 millones de dosis en el primer semestre de 2021. Y, a la vez que distribuye las vacunas, esta plataforma está comprando suministros con antelación para tenerlo todo disponible cuando se necesite.

Una solución para garantizar la salud y el bienestar

Es una magnífica solución para las naciones financiadas con menores ingresos, que de otro modo no podrían pagar estas vacunas, así como una serie de países autofinanciados de mayores ingresos que no tienen acuerdos bilaterales con los fabricantes. Para los países autofinanciados más ricos, además de contribuir a la financiación de la producción de vacunas, reducen la posibilidad de resurgimiento al asegurar que el resto del mundo también tenga acceso a dosis.

COVAX propone el acceso equitativo mundial a 2.000 millones de vacunas para 2021

COVAX ha sido creado para maximizar nuestras posibilidades de desarrollar con éxito vacunas contra la COVID-19 y fabricarlas en las cantidades necesarias para poner fin a esta crisis. Actualmente hay más de 170 vacunas candidatas en desarrollo, pero es probable que la gran mayoría de estos esfuerzos fracasen. Para aumentar las posibilidades de éxito, COVAX ha creado la cartera más grande y diversa del mundo de estas vacunas, con nueve candidatas ya en desarrollo y otras nueve en proceso de evaluación, con capacidad para fabricar las cantidades necesarias.

La financiación de COVAX logró recaudar 2.000 millones de dólares en 2020, a través de países como Noruega, Canadá, Kuwait, Dinamarca, Nueva Zelandia, Países Bajos, Singapur o Estonia.

Covax es una iniciativa basada en una alianza entre países ricos y pobres para garantizar el acceso universal a las vacunas

De hecho, en marzo de 2021, Perú recibió 117.000 dosis de la vacuna del laboratorio Pfizer, procedentes de Ámsterdam, convirtiéndose en el segundo país de la región en conseguirlas a través de este mecanismo.

“La llegada de las vacunas hoy y otras en las últimas semanas siembra la esperanza de que podamos poner fin a esta crisis. Cuanto más dure la pandemia, mayor será el impacto sobre los más vulnerables. A través de COVAX, Perú está dando un paso para que nadie se quede atrás y para construir un futuro mejor para los niños, niñas, adolescentes y sus familias”, comentó Ana de Mendoza, representante de UNICEF.