Agricultura Ecológica

La agricultura ecológica se define como el conjunto de métodos de producción agrícola, por los cuales se cultiva la tierra utilizando procesos y sustancias estrictamente naturales y rechazando los químicos y las prácticas que deterioran el bienestar animal y el medio ambiente. Su finalidad es, citando a la Comisión Europea, «satisfacer la demanda de productos ecológicos fiables que emana de los consumidores y garantizar un mercado equitativo», con «un impacto medioambiental limitado».

También denominada ‘agricultura biológica’ o ‘agricultura orgánica’, el concepto se expresa por vez primera en Italia, en la segunda década del siglo XX, como ‘ecología agrícola’, y perseguía una mejora de la productividad en los agrosistemas. Fue en 1924 cuando el filósofo austriaco Rudolf Steiner (1861-1925) expuso los fundamentos de este sistema de cultivo con la denominación de ‘agricultura biodinámica’. En décadas posteriores, el político y profesor suizo Hans Müller (1891-1988) impulsaría la concesión de a los agricultores y la necesidad de cuidar y de preservar los distintos biomas. Desde 1992, la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) incentiva y difunde el conocimiento, la práctica y el desarrollo de dicho sistema.

Para alcanzar sus objetivos, la agricultura ecológica se fundamenta en el empleo de métodos agronómicos y biológicos, libres de fertilizantes y de OGMs (organismos genéticamente modificados) que puedan comprometer la fertilidad y el ciclo de nutrientes del suelo. Este sistema de gestión agrícola comprende, entre otras actuaciones, la rotación de los cultivos, el fomento de la diversidad, la utilización de abonos verdes, el control biológico de plagas, el empleo de semillas que no hayan sido modificadas genéticamente, la reducción de la labranza, el reciclaje de las materias orgánicas, el respeto a la salud del suelo, las aguas superficiales y los acuíferos para producir alimentos de calidad, etiquetados con certificación ecológica, que cuiden en igual medida la salud humana y el medio ambiente. Se requieren tres años para ecologizar los terrenos agrícolas de cultivo perenne y dos años para los de cultivo cíclico.

En la agricultura ecológica se enmarcan diversos subsistemas agrarios que, pese a compartir enfoques y metas, se desarrollan con diferencias significativas: (referencia)

Fukuoka, sistema orientado a una actividad agricultora sin intervención humana en sus procesos biológicos, a fin de cultivar la tierra de manera natural, sin arado, poda, fertilizantes o eliminación de malas hierbas.
Biodinámica, tipo de agricultura ecológica basada en los postulados de Rudolf Steiner, como la reutilización de nutrientes, la búsqueda del bienestar animal o la fusión armónica del cultivo y la ganadería, acompañados de elementos esotéricos y espirituales.
Sinérgica, método desarrollado por la agricultora barcelonesa Emilia Hazelip (1937-2003) que defiende la autofertilidad y la autoregeneración de la tierra; estas capacidades posibilitan el crecimiento de las especies vegetales gracias a la presencia de lombrices, microorganismos, residuos naturales y otros componentes beneficiosos para su desarrollo.
Permacultura, que engloba diversas técnicas y conocimientos antiguos y de nuevo cuño para la creación de una agricultura permanente (de ahí su denominación), por medio del seguimiento de los compases medioambientales y la adopción de los patrones del ecosistema natural.