Los orígenes de la vida, en los fondos oceánicos

Científicos de la NASA han logrado reproducir en un laboratorio cómo los ingredientes para la vida podrían haberse formado hace cuatro mil millones de años en lo profundo de los océanos.

Las astrobiólogas Laurie Barge y Erika Flores, junto a su equipo en el Laboratorio de Propulsión de la NASA, trabajan para reconocer la vida en otros planetas explorando los orígenes de la vida en la Tierra a través de una investigación basada en el estudio de cómo los bloques de creación de la vida se construyen en las fuentes o respiraderos hidrotermales que se encuentran en el fondo del océano, y que actúan como chimeneas naturales, liberando los fluidos que se han calentado bajo la corteza terrestre.

Estas fuentes interactúan con el agua de mar que las rodea y crean un entorno que cambia de manera constante, algo que es necesario para que la vida cambie y evolucione. Se crea un ambiente oscuro y cálido alimentado por energía química terrestre que podría ser la clave para averiguar cómo se crean, quizá, mundos más alejados a nuestro Sistema Solar debido a su particular idiosincrasia y naturaleza.

El equipo de la NASA, para averiguarlo, recreó en el laboratorio los fondos marinos en miniatura a través de vasos con mezclas que imitaban los océanos, los cuales actúan como viveros de aminoácidos, compuestos orgánicos esenciales para la vida, dado que situados unos encimas de otros dan forma a las proteínas.

Las científicas usaron ingredientes que se pueden encontrar de manera común en los océanos, combinando agua, minerales, moléculas piruvato y amoníaco, elementos necesarios para la formación de aminoácidos. La solución resultante de la mezcla fue expuesta a 20 grados Celsius, que es la misma temperatura que se produce cerca de una fuente o respiradero hidrotermal. Eliminaron, a su vez, el oxígeno, dado que se considera que los océanos primitivos tenían mucho menos oxígeno que los actuales, manera de poder crear en la prueba un entorno lo más cercano a la época que querían reconstruir en el laboratorio. Del mismo modo, utilizaron el hierro mineral, abundante entonces en la Tierra, también conocido como “óxido verde”, el cual reaccionó con algunas cantidades de oxígeno que fueron inyectadas por el equipo. Así, produjeron el aminoácido alanina y el alfa hidroxiácido lactato. Este último, para algunos científicos, podrían combinarse para formar moléculas orgánicas de estructura compleja y que podrían crear vida.

 

Actualizado: 26/08/2021