Microrrelatos

EMPERADOR

 

    Ni sus 400 millones de años, ni su cutícula porosa y aerodinámica ni, menos aún, su fluorescencia nocturna le estaban sirviendo ya.

        Poco a poco fue dejando de encontrar presas y después, a pesar de sus potentes feromonas, llegó un tiempo en que no halló pareja con que bailar…    

    Cualquier mañana amanecerá desparramado sobre la arena de una duna para ser arrastrado por la siguiente tormenta como último superviviente de los escorpiones.