Microrrelatos

El fonógrafo

Su padre había colocado un fonógrafo al costado de la cama para grabar sus
conversaciones. Afuera hace días que llovía a cantaros y entre las voces del
pequeño se colaban los goterones que chocaban contra los tejados.

–Papá… –dijo el pequeño. La fiebre le nublaba la visión.

–Aquí estoy, hijo.

–Papá. ¿Mi voz se quedará atrapada en ese aparato para siempre?

El padre soltó un quejido.

–Sí, mi angelito  –logró decir–. Allí se quedará.

–¿Y yo? –preguntó el pequeño, intrigado–. ¿Y yo, papá?