El Búho Real y la nieve

Aunque científicamente los duetos vocales entre vecinos reproductores de Búho Real (Bubo bubo), o entre el macho y la hembra de una pareja, pueden comenzar a oírse a partir de septiembre, su canto suele estar asociado al frío de los días de invierno.

Tres búhos ulularon la noche del jueves en las orillas del Cares. Los oyó Tomás Alonso, quesero de Posada de Valdeón, en León, donde los más viejos cuentan que el canto del búho anuncia nevadas.

Y nevó tanto desde el pasado jueves que no se pudo salir hasta ayer del pueblo. El frío heló las carreteras, y heló el aire, y todos los sonidos quedaron también aislados: desde una pisada en la nieve, hasta la canción del petirrojo, hicieron eco al chocar con el cielo acristalado: volaban los sonidos de una ladera nevada a otra como pájaros encerrados, y allí donde quiera que fueran volando, llegaban amplificados, como los cuchicheos en las catedrales. Por eso se pudo oír de forma tan clara que el búho real cantaba en la noche, que ha llegado su celo. Se llaman unos a otros de lejos para marcar su territorio, aunque sea el mismo desde hace años, aunque vuelen junto a los riscos con las plumas desflecadas y más anchas y redondeadas que las de un águila para poder planear en silencio.

Mientras dormían los cuervos, esos que siendo más pequeños se atreven a perseguirles y a asaltar sus nidos; la voz de los búhos rebotó en la nieve oscura, y cruzó los ríos helados.

Actualizado: 08/10/2020