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Danza de la lluvia.
Danza de la lluvia.
Autor: Raúl Oscar Ifran
Hacía años que “Rainy Mary”, un aspersor adaptado a una turbina de aire, pulverizaba agua de mar lanzándola a gran altura. La idea era que este “chorro” penetrara la tropósfera y estimulara la evaporación natural en zonas secas. Esto auspiciaría la formación de nubes y las precipitaciones. Cerca, un concilio de aborígenes recibía con gran ceremonial a Tupá Machí, máximo hechicero de la tribu. A la luz de la luna realizó la danza de la lluvia. Por la mañana llovió luego de gran sequía. Los diarios sólo hablaron de “Rainy Mary”. Al cielo, cada tanto, le agrada que le dancen.