Esclavos

Observaba a la gente que le rodeaba y no lo entendía. ¿Cómo las personas habían llegado hasta ese punto? Estaban hacinadas en aquellos tubos de metal que llamaban metro, dirigiéndose hacia trabajos a los que no querían ir. Todo para seguir siendo tan infelices como el mismo día que llegaron a este mundo y comenzaron a llorar, sin llegar a darse cuenta de que lo único que podían conseguir era dinero con el cual sufragar su esclavitud mental, un móvil mejor, una tablet de ensueño o una plataforma que siguiera lavándoles el cerebro e impidiéndoles pensar.