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Perdido
Perdido
Autor: Gisela Ceconi
Se conectó como todas las noches. Estaba en una parte crucial del juego. El casco de última generación le permitía sentir el olor a la sangre derramada y la tierra mezclada con cenizas. Sentía el dolor de las dos balas que lo habían alcanzado. Una en el brazo izquierdo y otra en la pierna derecha. Rengueando llegó a un trigal, donde el sol le dio de lleno en los ojos y lo cegó por un instante. Se sacó el casco. No quería seguir jugando. Cuando abrió los ojos estaba en medio del campo, desnudo, herido. Perdido en el metaverso.