Galería
Resistencia a la penicilina
Resistencia a la penicilina
Autor: Elizabeth Selene Gómez Acata
Había una bacteria llamada Salmonella nadando con su flagelo por los mocos del intestino, preocupada de que algún día su humano tomara penicilina. Un buen día Salmonella se encontró con una nueva amiga llamada Escherichia a quien le contó su preocupación de todos los días. Fue entonces que Escherichia le dijo: no te preocupes más yo tengo un plásmido que me hace resistente a ese antibiótico y te lo puedo pasar, estrechemos nuestros pilis para cerrar este trato y, fue así como Salmonella feliz con su nuevo plásmido dejo de temer a la penicilina pues ya era resistente.