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El trígono depredado
El trígono depredado
Autor: Alejandro Bosack
Una colilla encendida, entregada al viento que acaricia la ladera del cerro, confirma la praxis del teorema natural. Oxígeno libre más energía más carbono desnudo de humedad es equivalente a fuego salvaje. Neonato aunque enfurecido, el plasma abrasa y arrasa lo que se cruza a su paso. Enrojece hasta oscurecer las pieles de los animales, hace crujir las hojas y los troncos de los árboles serranos y nativos, esfuma olores y sabores, eleva la temperatura de las conciencias y devora los excrementos de la miseria humana, que no respeta al planeta ni a sus pasajeros.