Pájaro cantor

-Pajarito, cántame una canción- le pidió el árbol moribundo al ave que anidaba entre sus ramas. El pájaro trinó una melodía hermosa, y el árbol recordó como la luz del sol bañaba los frondosos y húmedos bosques de antaño, recordó los animales que dormían entre sus raíces y olvidó por un momento la soledad. El ave siguió aún cantando hasta que el último árbol del mundo fue derribado por el egoísmo de los hombres. Ahora sería la madera mas cara y valiosa de todas porque era la última. Sería un buen negocio.