Microrrelatos

Como cada día María

Como cada día María acudió puntual a su lugar de trabajo en la estación marina. Se colocó la bata y se dispuso a comenzar las prácticas en el tanque de cetáceos más cercano. De repente un sudor frío la embargó al intentar acariciar el agua. No podía estar pasándole de nuevo! No quería recordar! Daniel, uno de sus alumnos más aventajados, la observó y dijo tranquilo: «Aquello que te da vida nunca podrá hacerte daño intencionadamente». María, ensimismada, dio un paso adelante y sumergió ambas manos en la inmensidad del tanque de agua..hacia la valentía, hacia la VIDA!