Biblioteca Aquae

Diálogo sobre la vida feliz y epístola exhortatoria a las letras

Juan de Lucena, escritor soriano, judeoconverso (1431-1504), es una de las voces literarias más singulares de nuestro siglo xv castellano. La obra pone en escena a tres personajes relevantes de la época, don Alfonso de Cartagena, obispo de Burgos, el marqués de Santillana y Juan de Mena (a los que se unirá al final el propio autor), quienes debaten acerca de la posibilidad de alcanzar o no la felicidad en esta vida. Tras repasar los diferentes estados sociales —desde los que poseen enormes riquezas hasta el más humilde labrador, pasando por religiosos, reyes e incluso el Papa―, llegan a la conclusión de que la vida feliz sólo puede residir en el cielo, cuando las almas puedan gozar de la vida eterna.

La Epístola exhortatoria a las letras es una defensa del estudio y del saber —un alegato, en definitiva, a favor de las litterae humaniores― y un panegírico de la reina Isabel, quien, en medio de sus arduas ocupaciones, aún encuentra ratos libres para estudiar el latín. Lo destacable es que, al calor de este empeño de la Soberana, se despierta una fiebre enorme entre todos sus súbditos por emularla, hecho que supone la recuperación, para Castilla, de las letras, que, en boca del autor, habían estado olvidadas hasta ese momento.